Doscientas niñas son llevadas por la fuerza de una escuela en Nigeria. Secuestradas, violadas, ultrajadas, vendidas a doce dólares. «Bring Back Our Girls» se escucha por todas partes, líderes políticos, primeras damas, todos quieren aparecer en portada. The show goes on.
“Irak sigue sin poder formar gobierno y los rebeldes avanzan”, se lee en los titulares. Soldados capturados son vejados y asesinados frente a las cámaras. El “nobel de la paz” se apresta para otra cruzada. The show goes on.
El fratricidio en Ucrania, llevado a niveles de delirio, engrosa el bolsillo de los mercaderes de la muerte. Darth Vader se postula para presidente. La caricatura promete devolverle el esplendor a la nación y convertirla en Imperio. Gana las elecciones el Rey del Chocolate. The show goes on.
Por la paz se reza en los jardines del Vaticano. Como si aún la sacrosanta iglesia consiguiera milagros, dádivas de santos, dioses o deidades innombrables. Millones de personas sostienen el aliento y se aferran a su fe. The show goes on.
Palestina duele. El horror de las imágenes de niños destrozados paraliza, desgarra, aterra. La barbarie repetida llegará a ser tomada por normal en un mundo donde la guerra es parte del entretenimiento global.
Sueño con un mañana sin muros. Donde sea el amor y no el horror el que nos estremezca. Que la sensibilidad humana no permita que estas sean las noticias que nos despierten o nos desvelen.
Por desgracia, hoy lo único que tengo claro es que The show goes on.
conmovedora historia... demasiado cruel, pero real..... vivimos en un permanente teatro donde lo mismo podemos ser espectadores que protagonistas de estas desgracias
ResponderEliminarMe ha gustado este post, en especial la foto que buscaste para ilustrarlo. El amor no cree en guerras, pero como va el mundo, mejor acabar con las guerras para preservar el amor. Gracias Isel por compartirme el secreto de Desnuda y con sombrilla. Un beso desde mi vieja barca, siempre anclada al azul de Jagua.
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